El engaño

28 septiembre, 2009

Todo había comenzado meses atrás cuando entre bromas me hiciste ver que estabas conmigo solo por que te hacia reír, y recuerdo que a punto de explotar te dije: ¿Ósea que estas conmigo solo por que soy tu estupido payaso?, y tú te quedaste muda y entre señas me hiciste ver que estaba loco y que mejor te marchabas.
Desde ese día estuve siguiendo tus pasos cada día, en cada lugar, a cada bendita hora del día; pero siempre me topaba con lo mismo, pues aun que otros hombres se acercaran a ti, tu muda indiferencia hacia que se marcharan con las alas batidas he de confesarte que fue muy duro darme cuenta que muchos de esos tipos eran diez veces mejor parecidos que yo, o con mas dinero, o con mejor coche, pero tu siempre te mostrabas firme y solo te despedías con esa sutil sonrisa que a mi me volvió loco desde los primeros días.
Movido por ello, en aquella ocasión decidí dejar todo por el lado" amable", el cual consistía en no seguirte a todos lados; era ya suficiente al menos por ese día de mi fobia terrorífica de sentir que me engañabas con cualquiera, al fin de cuentas no había podido pillarte en ninguna situación que te comprometiera de tal manera que yo pudiera aventarte en la cara las pruebas de tu engaño.

Peor error no pude haber cometido; pues estando yo en el cruce que forman las calles Abasolo, Quiroga e Independencia te vi a lo lejos, y mi corazón se partió en dos al verte con un tipo más viejo que tú y yo juntos. El quedaba exactamente frente a mi de tal manera que aun en la distancia podía ver cada expresión de alegría en su rostro y la cercanía que tenían uno del otro era tal que sus zapatos chocaban entre si.
No podía entender, como era que me engañaras con "algo" así; ni podía entender como después de haberte seguido tanto, el día que dejaba de hacerlo sucedían las cosas que para mi desgracia comprobaban mis teorías.
Recuerdo que las lagrimas cegaron mi ojos, mi figura se descompuso y perdí toda la gracia que los de nuestra clase debemos de tener casi por compromiso; Aun llorando llegue a nuestro departamento con la intención de guardar mis cosas, esperarte y mandarte al diablo con todo y tu vejete. Tu Llegaste dos horas después y yo te esperaba de espaldas a la entrada ¿lo recuerdas?

 En cuanto sentí tu presencia te dije:

! Dormiré en el sofá esta noche, mañana buscare un lugar para quedarme y nunca mas sabrás de mi en tu vida, solo espero que seas feliz!
Tú te acercaste, te paraste frente a mí, alzaste mi rostro con tus descoloridas manos y dejaste que mi sorpresa lo hiciera todo.

Habías maquillado tu rostro con distintos tonos, te habías puesto una roja nariz, una peluca color morado, y claramente dijiste:

! Ahora seremos ya dos estupidos payasos!

 Yo sonreí, te mire a los ojos y te bese tiernamente.

 

Desde ese día, no volviste a ser una mimo, y me hiciste el payaso más feliz sobre la tierra.

Una respuesta to “El engaño”

  1. Ing. Victor Manuel said

    Mi estimado QUE FINAL!!!!, que vuelta le diste, me gusto, no tengo mas palabras simplemente QUE FINAL!!!

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