Capitulo VI Huracàn

13 agosto, 2009

Hierro dudo sobre la llamada que estaba a punto de realizar, la hora no era la apropiada y además sabia el resultado que obtendría; ya lo había intentado a diversas horas en diversos días y por diferentes medios, pero la respuesta siempre había sido negativa.Asi que se armo de valor tomo el teléfono y espero escuchar algo que no fuera silencio, del otro lado de la línea.

     -Bueno, que es lo que quieres, interpelo la voz femenina del otro lado, ya te he dicho que nada de lo que digas me interesa.

 

Solo quiero platicar contigo, expresarte lo que siento decirte que…..


Otra vez con lo mismo -Interrumpió la voz- Que no entiendes que yo no puedo, que yo no quiero……

 

Después de un silencio prolongado y dos o tres sollozos silenciosos por parte de Hierro, tomo valor y dijo:

 

"Puedo dejar que mi sombra me trague entre cada suspiro, puedo decirte que extrañarte es la mejor forma de olvidarte, y que esta esperanza pagana es lo único que me mantiene con una sonrisa falsa cada llegada del alba, se que nunca fui el mejor marido, ni el mejor padre o el mejor amigo, pero después de todo se que te sigo amando, sigo esperando tener una "maquina del tiempo" para regresar a los días primeros cuando mis miedos no dormían conmigo, cuando soñaba con únicamente salvar tu mundo, cuando tu me amabas con una cordura que volvería loco a todos los demás"

 

La respuesta fue la misma……Un sordo telefonazo que daba por terminada la llamada. 

 

Su ahora ex-mujer, no hacia a simple vista, ninguna conexión con un tipo como Torres, pues ella era abierta e informal, reía a carcajadas cuando algo se lo provocaba y gustaba de dar pequeños empujones a quien estuviera cerca cuando eso sucedía, amaba la música, el arte, las mañanas soleadas y a los niños; y Torres casi todo lo contrario, tal vez lo único que tenia en común con el era ese odio hacia las injusticias sociales y el gusto por las mañanas soleadas, pues el ahora comandante decía que cuando la mañana amanecía nublada el día tendría desgracias por delante;

Torres y  ella se conocieron cuando ambos participaban en una huelga de hambre frente al palacio de la ciudad, ella como participante férrea de la huelga, y el, como un medio aprobatorio para la materia de aquel loco socialista que tuvo por maestro en la preparatoria. La conexión entre ambos fue inmediata, fue, lo que puede llamarse un amor a primera vista y a pesar de que ella lo definía a el como un pobre muchacho sin lengua y que para el ella era un periquillo parlante, comenzaron a salir so pretexto de hablar de como "componer" el mundo con utopías que solo los jóvenes soñadores tienen. Y fue así sin pensarlo que se hicieron novios, y fue así, como se volvieron marido y mujer; intentado ser felices con lo poco que el ganaba y lo mínimo que ella lograba aportar de quien sabe donde, vivían de manera tranquila en un pequeño apartamento de la zona media-baja, pero el siempre tenia la opresión de sentir que tenia que darle mas a su familia, buscando siempre desesperadamente algo que los sacara de la inmundicia como solía decirle entre dientes a ella.

Fue así y gracias a un amigo que comenzó a trabajar como policía en la comandancia local, logrando en poco tiempo convertirse en el comandante de la misma, siendo el principio de su éxito social así como también de los problemas con su pareja, que a la larga terminaron llevándolos a separarse irremediablemente.

Y es que si bien ella aplaudió al principio el nuevo empleo jamás pensó que Torres llegara a obsesionarse tanto con esa sed de justicia, llegando al grado de olvidarse por días enteros de visitar su casa o prestarle más importancia a resolver ciertos casos que el recordar fechas como su aniversario de bodas o la noticia del primer embarazo de ella.

Por eso la respuesta siempre era negativa, por eso siempre había telefonazos crueles y peticiones para que ya no insistiera en volver, pues después de todo ella ya no confiaba en que el volviera a ser le hombre tímido pero encantador que alguna vez conoció.

 

Sin duda esta era la mas desencarnada batalla que tendría que enfrentar el comandante al intentar recuperar a la única mujer que le había hecho sentir algo.

 

 

 

 

 

 

2 respuestas to “Capitulo VI Huracàn”

  1. Fabiola said

    ¡Chispas! Pobre Torres… ¡maldita obsesión por el trabajo! Yo por eso me volveré más sensata. 😀 Pero irá con todo para recuperar a esa mujer, ¿que no? ¡Que luche! ¡Sí se puede, sí se puede!Un gran saludo y… muchas gracias por darle al comandante ese "toque Fabs" de cordura y de viajes en el tiempo.La Torres

  2. Isi said

    Aveces las personas somos crueles precisamente cuando más amamos,. Es un trenendo fallo que se paga muy caro y se sufre mucho, Decimos lo que no sentimos, y hacemos cosas asurdas, luego lloramos, pronunciando su nombre, el nombre de esa persona que amamos y entonces porque no decimos la verdad . Te quiero y aunque no pueda compartir la vida entera contigo, qunque no pueda todas las noches dormir contigo, tener una casa, un coche, un perro, aunque no pueda, nunca cariño dejare de amarte. Es un ejemplo de lo que tenemos que hacer cuando el sentimiento es verdadero y anida en el corazón, se pierde con la noche y nace con el sol. Pues bien, somos tan idiotas, el genero humano que en vez de decir la verdad clara sencilla, nos aferramos a un tonto amor propio ridiculo y falso y soltamos por telefono frases que hacen morir hasta un muerto. Somos asi de tontos…. Besos

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