Capitulo X (final)

20 enero, 2010

T lloro después de escuchar el veredicto y entre sollozos elaboro este pequeño monologo:

"A todos aquellos que hoy estaban pendientes de este caso, a los sensacionalistas, a los amarillistas, a los que se preocuparon por mi sin conocerme y a aquellos que conociéndome no tuvieron el valor de acercarse, sepan bien que hoy un hombre inocente como tantas otras veces es presa fácil de un sistema podrido y viejo, me arrepiento de haber defendido tantas causas injustas, si señores, ojala nunca hubieran cruzado en mi camino políticos, doctores, hijos de papis pederastas y traficantes de menores, ojala apreciable gobernador nunca hubiera venido a mi pidiendo un chivo expiatorio por los muertos en aquel barrio pobre, ahora me arrepiento de haber llenado mis manos de mierda que nunca podría según yo embarrarme, sepan que ya no temo por mi muerte, pues este fabuloso sistema me mato en vida, con su justicia ciega, con sus pruebas contundentes, con sus comandantes eficaces y sus métodos avanzados; perdónenme todos aquellos que por mi culpa perdieron lo único que vale en este mundo: la libertad y la honra, sepan todos ustedes que yo Víctor Manuel Tamayo soy un desgraciado al que la vida misma parece haberse encargado de poner en su lugar"

Dicho esto T se cayo desmayado, su cuerpo no había soportado la presión de saberse perdido; cuando despertó estaba ya en el reclusorio, le habían asignado un numero de reo y una celda que tendría que compartir con otro asesino, con un verdadero asesino pero como el mismo había dicho, ya no temía por su vida así que pareció importarle muy poco.
Allí mismo supo que sus bienes personales habían pasado a ser designados a sus hijos y siendo estos menores de edad les habían asignado como administrador a su madre, a Sofía.
Justo cuando sus pensamientos se centraban en ella, apareció en el lugar, provocando que T se pusiera furioso y que los celadores del lugar tuvieran que tranquilizarlo advirtiéndole que si no se controlaba no solo le negarían la visita sino que se haría merecedor a una semana en una celda de castigo.

Cuando Víctor logro calmarse, pudieron comenzar sus preguntas, ¿Por que nunca apareciste?, ¿Donde están los niños? ¿A que vienes hasta ahora? ¿Acaso me odias tanto?
Sofía, con la misma calma con la que había llegado, comenzó a hablar:
Vine hasta ahora por que no hay nada mejor que ver como estas hundido, preguntas que si te odio, y te respondo que lo hago desde hace mucho tiempo, exactamente desde aquel día en que descubrí tu relación con aquella mujer, o acaso me creías tan tonta para no ver tus salidas repentinas por negocios, tus mensajes en las bolsas de los sacos, tu olor a sexo, tu despreciable aroma después de revolcarte con ella.
Creías a caso que solo tu podrías hacerlo, por eso me negaba a dormir contigo, a tocarte, a entregarte mi cuerpo, por que yo también encontré a alguien que llenara el vació que dejabas cada noche, alguien que me hizo sentir que valía la pena el amor, alguien a quien no le importan las poses, ni el que dirán, ni mucho menos su lugar en una sociedad llena de hipócritas, o negaras que son hipócritas cuando ninguna de tus perfectas amistades pudo aparecerse para ayudarte.

T, interrumpió, tienes razón Sofía, este mundo esta lleno de hipócritas, allí esta Javier solo se digno a aparecerse el día del juicio y así como llego sin decir palabras se dio la vuelta como si no le importara; Le importabas y mucho-interrumpió Sofía- le insistí que no se acercara pero su nobleza le hizo acudir a ver si podías salir bien librado.

¿Le insististe?-pregunto confundido Víctor, ¿tu por que habrías de prohibirle algo?

Por que en el encontré lo que tu habías dejado, si, por mucho que te sorprenda, tu amigo fiel, fue el que me saco de la depresión, el que me ofreció primero su mano y después su amor, por eso no se apareció en ningún momento, por eso tanta limpieza, tanta exactitud, en el asesinato de esa zorra, el puso la técnica, yo la saña y los elementos que te inculparan, además nos encargamos de que Torres fuera el primero en enterarse del asesinato, y que fuera también el primero en descubrí las pruebas que sembramos, pues Javier sabia bien de sus viejas rencillas, así que no seria difícil para el hacerte caer.

T se desvaneció, por fin entendía como habían sucedido las cosas, por fin entendía hasta donde puede llegar un pequeño engaño.

"Qui Amat periculum in illo peribit"

Quien ama el peligro, en el perecera

Fin

Cesar Rojas- Rivero

Dedicado a  Rocio por alentar mis palabras y a Victor por que en el se inspiro esta historia

2 respuestas to “Capitulo X (final)”

  1. Fabiola said

    ¡Rayos! ¡Qué canijos! Yo por eso no me junto con ellos.Pues felicidades porque terminó la intrigante historia, Cesar. ¡Esperaremos la próxima!Un saludo grande, Fabs.

  2. Isi said

    Hola Cesar, las historias mejor cortas, al fin son siempre las mismas, nunca salimos de 33, 33,y siempre soñamos con algo distinto y con final feliz. Que siempre escuchemos al corazón para vivir la historia más bella y jamás contada.Un bello amor y un cuento de hadas, que no nos oíga la bruja mala, y nos robe la historia, eso sólo se queda dentro del alma. Un abrazo

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